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Críticas

El oscuro reverso de Jean Grey


Un día le oí decir a David Trueba que deberíamos ir al cine sin exceso de información sobre la película. Y estoy de acuerdo, pues saber demasiado de los trabajos previos de un director, del reparto o del guionista, a veces nos termina por crear ciertos prejuicios que condicionan nuestra valoración del filme. Cierto es que, si se es cinéfilo, y el director y los actores tienen tras de sí una aquilatada carrera, uno sitúa su nivel de exigencia en función de su mejor recuerdo artístico de los profesionales implicados. En el caso de X-Men III: La decisión final, algo similar me ocurrió antes de ir a verla. Algunos comentarios apuntaban a que, aunque no lo traicionaba, el trabajo de Brett Ratner estaba por debajo del excelente legado heredado de Bryan Singer. Aquello me enfrió los ánimos, pero, una vez visionada esta gran última entrega de la trilogía mutante, caí en la cuenta de lo descrito en las líneas anteriores.


Título: X-Men: La decisión final (X-Men: The last stand)
Dirección: Brett Ratner.
País: USA.
Año: 2006.
Duración: 104 min.
Género: Acción, ciencia-ficción.
Interpretación: Hugh Jackman (Logan/Lobezno), Halle Berry (Ororo Munroe/Tormenta), Patrick Stewart (Profesor Charles Xavier), Ian McKellen (Eric Lensherr/Magneto), Famke Janssen (Dra. Jean Grey/Phoenix), Anna Paquin (Marie/Pícara), Kelsey Grammer (Dr. McCoy/Bestia), Rebecca Romijn (Raven Darkholme/Mística), James Marsden (Scott Summers/Cíclope), Shawn Ashmore (Bobby Drake/Hombre de Hielo), Aaron Stanford (John Allerdyce/Pyros), Daniel Cudmore (Piotr Rasputin/Coloso), Vinnie Jones (Cain Marko/Juggernaut), Ben Foster (Warren Worthington III/Ángel), Ellen Page (Kitty Pryde/Shadowcat), Dania Ramirez (Callisto), Michael Murphy (Sr. Warren Worthington), Eric Dane (Jamie Madrox/Hombre Múltiple).
Guión: Zak Penn y Simon Kinberg.
Producción: Avi Arad, Ralph Winter y Lauren Shuler Donner.
Producción ejecutiva: John Palermo, Kevin Feige y Stan Lee.
Música: John Powell.
Fotografía: Dante Spinotti.
Montaje: Mark Helfrich, Mark Goldblatt y Julia Wong.
Diseño de producción: Edward Verreaux.
Vestuario: Judianna Makovsky.
Estreno en USA: 26 Mayo 2006.
Estreno en España: 26 Mayo 2006.
Web: www.x-menthelaststand.com

Por tanto, recibí doble satisfacción tras haber visto esta película: perspicaz cuando profundiza en la psicología de los personajes, apabullante en algunas de sus secuencias de acción, y sombría por momentos, dado el aciago destino corrido por algunos de los miembros de los X-Men. Todo ello, además, respaldado por una excelente interpretación coral donde, a mi juicio, destacan un sobrado Hugh Jackman (tan metido en la piel de Lobezno que uno ya le ve en una cinta basada sólo en su personaje) y una sorprendente Famke Janssen, desarrollando a la perfección la dualidad entre su personaje de siempre, la doctora Jean Grey, y la nueva y aviesa personalidad que en ella comienza a brotar: el Fénix. También crece en protagonismo el personaje de Halle Berry (Tormenta), y se incorporan interesantes mutantes a la familia de los X-Men: Shadowcat (Ellen Page) y Coloso (Daniel Cudmore), entre otros. De la relación de amistad/enemistad entre el profesor Charles Xavier y Magneto se encargan, con la eficacia habitual, Patrick Stewart y un Ian McKellen siempre solvente.

En esta última entrega, la tensa convivencia entre humanos y mutantes se verá convulsionada por la aparición de un virus, conocido como ‘la cura’, capaz de disociar al mutante de sus habilidades especiales, convirtiéndole en un ser humano corriente. Para Magneto es la oportunidad perfecta de reemprender su guerra contra los humanos. Y dada la tesitura en la que se encuentran, algunos mutantes decidirán respaldar al archienemigo de los X-Men en su cruzada por destruir el origen de ‘la cura’, un niño mutante capaz de neutralizar los poderes de los de su especie, mientras que los pupilos del profesor Xavier intentarán detenerlo para evitar una devastadora guerra entre humanos y mutantes. Pero la aparición en escena de la renacida Jean Grey, dada por muerta al final de X-Men II, cambiará el equilibrio de poderes. Al parecer, como se nos cuenta en los prolegómenos del filme, Jean Grey ya contaba con un poder mutante fuera de lo común desde niña. Xavier, oponiéndose a la opinión de Eric Lensherr/Magneto, contraria a toda autolimitación de los poderes, le enseñó a dominar esa intensa fuerza latente en ella para evitar que se desatase su enorme potencial destructivo. Intentaba domesticar el Fénix que habitaba en ella, pero, tras su renacer, Grey es incapaz de someterlo. Ahora, el Fénix se ha desatado en ella de manera irrefrenable y sólo una persona, aquélla a la que verdaderamente amó Jean pese a haber sido la pareja de Cíclope (James Marsden), podrá pararlo.

Aunque el epílogo contenga un pequeño guiño (situado al término de los títulos de crédito) que deja abierta una posible continuidad, lo más probable es que se centren en las anunciadas cintas sobre los personajes de Lobezno y Magneto. En cualquier caso, al hacer un balance general de la trilogía, se puede concluir con lo de “lo que bien empieza, bien acaba”. Ya están tardando en sacar el pack completo en DVD.

[+] ‘X-Men: la decisión final’ completa la notable trilogía de los mutantes

Blog de cine escrito por Matias Cobo.

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