En 1876, el diputado Cristino Lobatón descubre sus dotes de empresario. Se da cuenta de que la liliputiense Lucía Zárate, a quien acompaña a la Feria de Filadelfia comisionado por el presidente Porfirio Díaz, es literalmente una mina de oro y la dirige en una deslumbrante carrera artística que la lleva a presentarse en las principales capitales de Europa y por todo Estados Unidos. Durante la gira norteamericana, advierte que las rutas del tren son aprovechables para el trasiego de opio y, sin siquiera intuir que estaba inventando una industria que pondría de cabeza al planeta, se asocia con un grupo de chinos para traficarlo.
Osado, pícaro, cínico y cada vez más adinerado, Cristino Lobatón es pionero inconsciente también del capitalismo rampante, de la industrialización a saco y, curiosamente, de la conciencia ecológica. De sus experiencias concluye dos cosas: una, que cada minuto nace un idiota; otra, que si la gente no fuera idiota, el mundo sería ingobernable.
Novela de aventuras, novela histórica emparentada con la picaresca, novela que entrevera personajes reales y ficticios, esta narración vertiginosa llevará al lector a territorios insospechados.
Jordi Soler nació en 1963 en La Portuguesa, Veracruz, México. Es autor de dos libros de poesía y once novelas, traducidas a varias lenguas. Desde Bocafloja, su primera novela, se convirtió en una de las voces literarias más importantes de su generación. Durante diez años, de manera paralela a su trabajo de escritor, hizo programas de música y literatura en dos de las emisoras de radio más influyentes de México. Luego fue diplomático en Irlanda y ahora vive en Barcelona, la ciudad que abandonó su familia después de la Guerra Civil. Es caballero de la irlandesa Orden del Finnegans. Entre sus novelas destacan La mujer que tenía los pies feos, Los rojos de ultramar, Diles que son cadáveres, La fiesta del oso y Ese príncipe que fui.