Sin embargo, pese a este glorioso pasado, el genio carioca no es ningún nostálgico que viva de recuerdos. El paso del tiempo, benévolo con su aspecto físico, tampoco ha hecho mella en su talento y energía como confirma su último trabajo, “Contrasts” (Far Out), un disco que lo sitúa de plena actualidad con un sonido contemporáneo donde la electrónica se ajusta como un guante a las ricas melodías. Coincidiendo con la presentación del disco en Madrid, tuvimos la oportunidad de comprobar que la celebridad no tiene por qué estar reñida con la sencillez y la más exquisita educación.
«Mi música tiene diferentes aspectos a causa de las influencias de la bossa nova, la samba tradicional, el jazz y también de la música negra americana. Pensé que “Contrasts” sería un buen título para el disco ya que reúne todos esos estilos».
Vestido de manera informal, muy lejos de aparentar los 60 años que acaba de cumplir, Marcos Valle es un hombre ilusionado con el inesperado giro que ha dado su carrera. La gran repercusión que tuvieron sus composiciones en Estados Unidos a finales de los sesenta no impidieron que la frustración con la dictadura militar y su decepción con la industria musical le sumieran en un posterior silencio discográfico que duró una década, aunque nunca permaneció alejado de un estudio de grabación. Eumir Deodato, Azymuth (grupo que, por cierto, tomó su nombre de una canción de Valle y que sigue colaborando con él), Sarah Vaughan, Chicago y Leon Ware, entro otros, requirieron en algún momento de sus servicios que, por otro lado, le valieron varias nominaciones a lo premios Grammy. Y así, escribiendo canciones para otros, componiendo bandas sonoras de películas y teleseries (entre ellas la sintonía de la versión brasileña de Barrio Sésamo) (*), nuestro protagonista permaneció en un discreto segundo plano hasta que, hace apenas un lustro, y al abrigo del éxito de sus piezas más bailables en los club de acid jazz londinenses, fue animado a componer y grabar por Joe Davis, reputado pinchadiscos de música brasileña y responsable del sello Far Out. “Contrasts”, su tercera entrega para la compañía británica, es el hilo conductor de una pequeña conversación que, previa abusiva ingesta de tranquilizantes que me permitieran disimular la emoción, tuve la suerte de mantener con el genio brasileño en un céntrico hotel madrileño.
¿Un disco conceptual?
Cuando le pregunto si hay un idea central en el disco y si ésta tiene que ver con el título del mismo, Valle asiente. “En primer lugar, mi música tiene diferentes aspectos a causa de las influencias de la bossa nova, la samba tradicional, el jazz y también de la música negra americana. Pensé que “Contrasts” sería un buen título para el disco ya que reúne todos esos estilos. Otra razón está en las letras ya que hablo de diferentes cosas, entre ellas de la parte social de Brasil que es un país de contrastes, una idea que quería reflejar. Por último, al igual que en “Escape” (título de su anterior trabajo), he buscado una palabra que fuese fácilmente comprensible en varios idiomas”. En esa mezcla de estilos me da la sensación de que priman la samba, la electrónica y el acid jazz en detrimento de la bossa nova. Mientras empiezo a enrojecer, Valle me explica por qué no comparte esa apreciación. “La bossa nova siempre está presente en mi música, por ejemplo en “My nightingale”. En realidad lo que hago es mezclar bossa nova con samba, una mixtura que ya he hecho en el pasado porque lo cierto es que siempre he estado muy influido por la samba tradicional, antes incluso que por la bossa nova. En mi música ambas tienen la misma importancia, se mezclan y forman un estilo en sí mismo que en mi primer disco en Far Out llamé “Nova bossa nova” (como el propio álbum)”.
«Yo estaba en Brasil y durante cuatro años no supe nada de lo que estaba pasando con mi música hasta que un día Joyce me contó que había clubes donde se pinchaban mis temas (…)».
La recuperación de su música por parte de los DJ’s europeos, en especial los británicos, fue sin duda el detonante de su vuelta a grabar temas propios. Una experiencia que le causó una enorme sorpresa que todavía le dura a juzgar por la locuacidad con la que la rememora. “Yo estaba en Brasil y durante cuatro años no supe nada de lo que estaba pasando con mi música hasta que un día Joyce me contó que había clubes donde se pinchaban mis temas, que había gente interesada en esas viejas canciones.
Después vinieron las invitaciones para grabaciones y conciertos y ahí fue donde, con gran sorpresa, fui testigo de como los jóvenes bailaban mi música. Eso me dio la energía necesaria para volver a grabar. Fue un gran impulso para mi carrera que dura hasta hoy”. El tratamiento de su música por parte de los DJ’s, en especial la incorporación de bases electrónicas, parece haber mostrado al brasileño una senda por la que evolucionar. “La mezcla de armonías y acordes con la electrónica me gusta mucho. Roc Hunter (productor de los tres discos de Valle para Far Out), que conoce muy bien mi discografía, cuando me propuso grabar “Nova Bossa Nova”, me dijo que había preparado unos grooves electrónicos para que experimentara con ellos y eligiera con cuáles quería trabajar. Inmediatamente empecé a tener grandes ideas sobre aquellas bases y me sentí muy cómodo utilizándolas. Así que usé esas bases electrónicas pero mezclando de una manera suave la parte electrónica y la acústica para que el resultado final fuera natural”. Una combinación con la que se siente a gusto y que a buen seguro va a seguir presente en sus próximos discos, donde también parece que volverá a contar con su hermano Paulo Sergio como letrista. “En el pasado, hacíamos el treinta por ciento de las canciones juntos. Luego, cuando me fui a Estados Unidos (como tantos otros huyendo de la censura de la Junta militar) nos separamos un poco ya que él continuó en Brasil. Últimamente (concretamente desde “Escape”) hablamos otra vez de hacer cosas juntos y en este disco le llamé para que escribiera alguna de las letras. En fin, Paulo Sergio es mi hermano además de mi amigo y me conoce tan profundamente, que sabe exactamente lo que quiero decir con la música”.
«(…) Usé esas bases electrónicas pero mezclando de una manera suave la parte electrónica y la acústica para que el resultado final fuera natural».
Viviendo en el presente
Atento a las reacciones de su interlocutor, Valle da la impresión de ser un tipo receptivo. Sin duda una cualidad indispensable para que, después de cuatro décadas haciendo música, sus composiciones sigan sonando frescas y actuales. Como era de imaginar, el veterano músico y compositor no ha perdido el contacto con lo que se hace ahora mismo. “En Brasil hay una nueva generación de músicos como Ed Motta, Marisa Monte, Lolo Santos o Max de Castro que está haciendo cosas muy interesantes mezclando electrónica y bossa. Procuro mantener la mente abierta a todo lo nuevo de la misma manera que escucho grupos más antiguos”. No es fácil imaginar que alguien que se ha codeado con los más grandes, que ha influido en tantos músicos, suspire por poder colaborar con gente a la que admira. “Me gusta mucho Sade y creo que podría ser una colaboración interesante como también me gustaría hacer algo con Steely Dan, a los que siempre admiré por la mezcla de jazz y rock, como hice en su momento con Chicago”. ¿Quién dijo que la genialidad era incompatible con la humildad?
Mi turno se acaba pero me consuelo pensando que habrá más oportunidades de hablar con el legendario “o cantor e o compositor” porque, si hay algo que me ha quedado claro en esta entrevista, es que hay Marcos Valle para rato.
Contrasts / Far Out
“Contrasts”, tercer disco con el que el brasileño amplía el catálogo de Far Out Recordings, continúa en la línea de fusión de samba, bossa y electrónica de su predecesor “Escape”. Consciente de que el invento funciona, Valle no ha cambiado muchas cosas entre ambas entregas: mismo productor (Roc Hunter) y misma columna vertebral instrumental donde repite Alex Malheiros (de Azymuth), Renato Franco y Robertinho Silva (antiguos colaboradores de Milton Nascimento) y la vocalista Patricia Alvi, así como su hermano Paulo Sergio, responsable de las letras de dos temas. La principal novedad, además de la participación de Joyce en la optimista “Valeu”, reside en la inclusión de tres bonus tracks con remezclas a cargo de 4 Hero, Bugz y Buscemi que no hacen sino confirmar que la línea de evolución de Valle corre en paralelo al uso de la electrónica, aunque en este disco las programaciones se fundan sutilmente con las partes acústicas moldeando un sonido equilibrado y cálido. Un álbum donde predomina la parte rítmica, en especial en los bailables “Disfarça e vem” y, sobre todo, en “Parabéns”, un aunténtico rompepistas. También hay momentos para el Valle más evocador (“Passatempo” y “Nêga do Balaio”), taciturno (“Contrasts”) y melódico en “Tema do Tiago” (dedicado a su hijo menor) y “My nightingale”, dos apuntes de bossa nova que dejarán con la miel en los labios a los que suspiran por los elegantes acordes de un género que Valle contribuyó a dar forma pero en el que, por desgracia, no se prodiga demasiado, única pega que le pondríamos a su último disco y, en general, a toda la etapa del brasileño en Far Out. En definitiva, “Contrasts” es un excelente disco que nos devuelve al maestro en plena forma.
(*) En este punto he de reconocer la deuda documental contraída con Eduardo Bravo editor de “Serenidade”, una imprescindible publicación dedicada a la bossa nova, y en especial con Rogelio Enríquez Casasnovas, autor de un interesante artículo dedicado a Marcos Valle.