Marc Forster (Descubriendo nunca jamás, Monster’s Ball) propone en su último filme estrenado en España (Más extraño que la ficción) un interesante experimento: ¿Qué ocurriría si el personaje de una novela fuera consciente de estar formando parte de ella?; y aún más: ¿qué intentaría hacer para evitar su segura muerte adelantada por la voz en off de una narradora que describe cuanto acontece en su vida y cuanto piensa a lo largo del día con precisión milimétrica?
Éste es el original nudo de una cinta enmarcable en la mejor versión del cine independiente norteamericano. Un espléndido y contenido Will Ferrell es Harold Crick, el personaje de la última obra de la exitosa escritora Karen Eiffel (perfecta Emma Thompson en el papel de este excéntrico personaje). En la obra, Eiffel lo describe como a un funcionario de Hacienda de gris y metódica vida hasta el día en que conoce a la pastelera contestataria Ana Pascal (magnífica Maggie Gyllenhaal). Deberá auditar a la joven Pascal ya que, en su declaración, ésta ha dejado de pagar algunos impuestos arguyendo negarse a financiar las guerras de la belicosa Administración norteamericana. Aterrado por el final que le ha deparado la autora de su libro/vida, Harold acudirá a la ayuda de distintos profesionales con dispar éxito.
El psicólogo Dr. Carly (‘cameo’ de lujo del desaparecido Tom Hulce) le recomienda un período vacacional, pero de poco le sirve el consejo a Harold, a quien la voz le parece de lo más verosímil. El profesor de literatura Jules Hilbert (Dustin Hoffman) le dará la clave para hallar una solución: deberá adivinar si la historia de su vida es una comedia o una tragedia. En el primer caso se salvará, en el segundo, su muerte será el epílogo seguro. Por fortuna para Harold, la novelista anda con algunos problemas de bloqueo creativo que trata de solventar la asistente editorial Penny Escher (Queen Latifah). Mientras ella dilucida cómo matarle, a Harold le sucederán acontecimientos que le harán aferrarse a la vida con una fuerza insospechada en alguien como él.
Otras opiniones…
Jose, de Cine: «Imagínense que a Santiago Nasar le dejan leer el principio de Crónica de una muerte anunciada. El pobre hombre buscaría desesperadamente a García Marquez para que cambiara el final, y, por ende, también el título».
Cineahora: «Nos vislumbra aquello que nos puede salvar la vida, sea en forma de ‘matices, anomalías y sugerencias’ o de una película como ésta a descubrir».