Haciendo buena su proverbial fama de gruñón, Ennio Morricone deja algunas interesantes opiniones sobre la música de cine en una entrevista que publica este domingo El País Semanal (EP[S]). Por ejemplo, a una interpelación sobre su capacidad para provocar nostalgia con su música, pese a que éste sea un sentimiento poco arraigado en su propia vida, comenta:
Si una película requiere una música nostálgica, la compongo. Si necesita música dramática, también. La música del cine no pertenece al compositor. Pertenece a la película. Si hay algo del compositor, suele ser algo muy personal, muy íntimo, pero lo que prima es la necesidad de la historia que cuenta la película. Cada uno tiene su caligrafía; uno no puede sustraerse a lo que es, y puede llegar a convertirse muchas veces en una expresión personal. Apunte, apunte, pero me da la impresión de que no sabe usted de lo que estoy hablado.
Ennio Morricone
A la pregunta de por qué ya no trabaja en EE UU, el italiano respondió con pocos rodeos, como es costumbre en él:
— En Estados Unidos, ya apenas trabaja.
— No, hace años. No me apetece, tengo ya mi edad y… en fin, que ya no… no me apetece… No…
— No qué…
— Sí, a ver si entiende lo que digo. Que no, que es que no me sale de los cojones. Prefiero trabajar en Italia, y vale. No quiero trabajar mucho, ¿entiende? ¡Además, me ponen estas entrevistas que me agotan!
Lo dicho, genio y figura.