Quizá sea una de las mejores películas de Spielberg. Recuerdo que, tras salir del cine, fue difícil quitármela de la cabeza. Me impactó tanto este duro relato del holocausto que mi percepción de aquel horror histórico cambió por completo. Era demasiado joven y, aunque hubiera estudiado esta salvajada en clase, el filme me dejó impresas muchas y duras imágenes.
Esta secuencia, una de las más aplaudidas del filme, me parece brillante. Poco he de decir para describirla, pues seguramente todos la tengan localizada en su memoria: una niña avanza por las calles de Berlín mientras los alemanes matan, golpean y expulsan a los judíos de sus casas para concentrarlos en el gheto. Spielberg quiere destacar (de ahí el color rosa del abrigo de la niña) que Schindler, hasta ahora un empresario abruptamente enriquecido gracias a la guerra, comienza a ser consciente de la barbarie de la que está sacando tajada. En definitiva, un buen juego de antagonismos: la inocencia de los niños frente a la peor cara del ser humano.